Sandora

Durante el año 1978, luego de haber trabajado en diferentes rubros y haberse dedicado por muchos años a la empresa Radiadores Pedrero, José Manuel Rosende Escalante decidió independizarse y formar su propia microempresa, comenzando así en un espacio del patio de su casa en Santo Domingo.

Inició con la fabricación de estanques y escuadras para radiadores automotrices, una actividad que dominaba muy bien, teniendo además muchos contactos relacionados con dicho rubro.

Su principal mercado cubría las necesidades de muchos talleres dedicados a la reparación de radiadores y de particulares que lo requerían, por lo que con el tiempo comenzó a ser conocido y muy requerido, de manera que las empresas más grandes en ese momento (Pedrero y Firpa) empezaron a solicitar sus servicios, copando rápidamente su capacidad de producción.

Esto lo llevó a expandir su infraestructura, ocupando todo el patio de su casa (primera sucursal, Santo Domingo 4406, Quinta Normal), comprando nuevas máquinas y contratando más personal para mejorar la productividad.

Crecimiento sin pausa

El taller siguió creciendo y luego ocupó toda la propiedad con oficinas y bodega, al mismo tiempo que se abrían más puertas para su progreso. Poco después se convirtió en una armaduría de radiadores automotrices, donde compraba a las fábricas el núcleo o panal del radiador y con las piezas fabricadas se armaba el radiador.

En el año 1981, su hijo Juan Carlos Rosende Zuñiga se unió a este gran negocio y su desarrollo les permitió abrir una sucursal en Valparaíso, que con esfuerzo y tenacidad logró posesionarse en el mercado porteño.

Luego, en el año 1985 después del terremoto de esa época, se inició la elaboración y evaluación del proyecto Sandora, que con la ayuda de Corfo se pudo llevar a cabo, iniciando nuestras actividades en el año 1986 en una propiedad comprada para este efecto en Gran Avenida 7561, La Cisterna.

Este avance permitió comenzar la fabricación completa de radiadores automotrices y, más adelante, incursionar en otras áreas, incluyendo la refrigeración (enfriadores de aceite, condensadores, evaporadores, intercambiadores de calor, entre otros).

En 1992 se adquirió una propiedad en Antofagasta, abriendo otra sucursal en esa ciudad y satisfaciendo las necesidades locales a buen precio, con un gran stock de productos.

En 1994 se compró una propiedad en Caupolicán 1196, Temuco; convirtiéndose en la quinta siendo sucursal de Sandora y en 2000 se abre otro punto de venta ubicado en la calle Copiapó 388 de la comuna de Santiago, un barrio netamente repuestero y con gran afluencia de público.

Durante el año 2002 se procedió a abrir otra sucursal en el Sector Sur de la ciudad, calle Independencia 2757, comuna de Independencia, la séptima localización con la que se podría cubrir toda la ciudad de Santiago y algunas provincias.

Mirando hacia nuevos horizontes

Con el tiempo y con la llegada al país de repuestos procedentes de China, el negocio de los radiadores decayó debido a las competencias con el mercado chino, el cual incluía mucha tecnología y materiales más económicos que el cobre (Aluminio y Plástico).

Sin embargo, había un nicho que no todos podían cubrir debido a los altos requerimientos de inversión, tecnología y trabajo: La minería. Poco a poco en Sandora comenzamos a girar hacia ese nuevo horizonte.

En el año 2008, se incorporó a la empresa Christian Andres Rosende Castex, quien empezó a desarrollar el área de servicios, enfocado en abordar empresas del rubro minero e industrial. En 2010 se compró una propiedad de 2500 m2 en Camino Pedro Jorquera 115, Pudahuel. A mediados del año 2013, el 11 de julio, nuestro fundador lamentablemente partió a mejor vida, dejándonos un gran proyecto en las manos y el difícil desafío de mantenerlo a flote.

Un nuevo comienzo en zona minera

El negocio ya había apuntado directamente hacia la gran minería, por lo que comenzó la tarea de hacer presencia en la zona netamente minera y de la gran minería, Antofagasta.

Nuestra sucursal en esta ciudad no era suficiente para establecer completamente Sandora y la infraestructura que poseía no cumplía con los requisitos solicitados por los grandes clientes, decidiendo arrendar un terreno en el sector industrial de Antofagasta (La Negra) durante el 2016.

La construcción fue lenta y avanzaba de acuerdo a los recursos generados, pero el año 2017 ya estaba todo listo, trasladando nuestra planta a las nuevas instalaciones, mucho más cómodas y más grandes para Sandora.

En el 2019 se llevó a cabo un nuevo proyecto en el que se fabricó una nueva planta en este sector, satisfaciendo de una mejor manera los requerimientos de nuestros clientes y disminuyendo el tiempo de espera.

Nuestra historia está llena de constancia, crecimiento y dedicación. Nuestro objetivo es seguir desarrollándonos como empresa, brindando servicios y productos de calidad. Somos Sandora.